A la hora de hablar de los factores que frenan el desarrollo del sector industrial, algunos lo atribuyen a la falta de encadenamiento productivo y a los obstáculos para una mayor competitividad, sin embargo, por muchos años se ha dicho lo mismo y se ha avanzado poco.

Articulación productiva, innovación y una estructura que genere crecimiento alto y sostenido, empleo digno e inserción competitiva en la economía global es una consigna establecida en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) que vincula directamente al desarrollo industrial, pero ¿realmente están los industriales trabajando en estos puntos?

Los industriales han estado haciendo lo que le corresponde con las herramientas que el Estado les ofrece,  no obstante, la falta de voluntad política para desarrollar y materializar los objetivos planteados en la Estrategia Nacional de Desarrollo y un agotado modelo económico frenan el avance en función del desarrollo industrial del país, así lo considera el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH), Antonio Taveras Guzmán, quien fue consultado por este medio.

“Poesía y Literatura”, es como califica Taveras Guzmán las propuestas relacionadas a este sector que se establecen la END, ya que a su juicio solo se esboza lo que se quiere y se sueña como nación, pero no se implementan con el carácter que amerita la necesidad de desarrollo industrial en el país.

“Es una buena estrategia para el 2030, pero nadie hace nada para implementarla. Si se coge punto por punto se ve que no se ha puesto en práctica”, señala.

Los retos a los que se enfrenta el sector industrial para repuntar nuevamente como uno de los principales generadores de empleo, no son pocos, sin embargo, tampoco son imposibles de lograr, ya que para el 1998 como empleador de mano de obra en la económica dominicana generó el 25.6%.

En cambio, para el 2016 el mercado laboral bajó de su nivel máximo de 25.6% (1998) hasta el 16.5%, lo que deja en evidencia una problemática que hace menguar la creación de empleos, según datos publicados en el estudio realizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), titulado “Sobre el desarrollo industrial dominicano en los últimos 25 años: crecimiento, empleo, productividad”.

Asimismo, la caída del empleo en la industria manufacturera del país, incluyendo la manufactura local y la de zonas francas, ha sido aún mayor, ya que la misma descendió de un 18.6% en 1993 hasta un 9.8% en el pasado año, como se plantea en el citado informe.

Incidencia en la región

El descenso de la industria manufacturera no solo se ve en República Dominicana; en Latinoamérica y el Caribe la incidencia de este sector ha ido menguando con el paso del tiempo.

El estudio emitido por el MICM refleja que las economías relativamente más industrializadas en la región son las de El Salvador, Guatemala, México, Honduras, Cuba, Surinam, Ecuador y Argentina; mientras que en las últimas décadas, el sector manufacturero ha reducido su participación en la economía de la región; de hecho, desde inicios de la década de los 90  hasta la fecha, su incidencia cayó 6%; de 19% en 1990 hasta un 13% en el 2015.

Evidentemente, como han expresado algunos economistas, el país vive un proceso de desindustrialización que no es exclusivo, ya que también se visualiza en otros países de la región cuyo modelo económico se enfocan más en los servicios.

En la región, la economía dominicana ocupa la novena posición en industrialización, entre 23 países considerados.

Un modelo agotado

Que el sector industrial no haya experimentado los anhelados cambios que plantean los protagonistas de esa área, como mayor encadenamiento productivo, mejores condiciones para competir, mayores competencias técnicas de los trabajadores, facilitación de comercio, entre otros reclamos, podría  deberse a la implementación de un modelo de desarrollo económico agotado que estanca a la industria y favorece a otros sectores que no generan iguales beneficios.

Taveras Guzmán destaca que permanentemente se vive hablando de los mismos problemas en un círculo vicioso, por lo que desde la ANEIH se plantea repensar el modelo de desarrollo productivo del país donde todos los esfuerzos no se concentren solo en los servicios, tales como zonas francas, turismo, entre otros.

“Esa es una estrategia de un modelo de desarrollo económico agotado”.

Perspectivas de crecimiento

Sin lugar a dudas el camino por el que va la industria dominicana permite prever un desarrollo positivo que llevará al sector a producir igual o más que como lo hacía décadas atrás.

Para lograrlo, el especialista sectorial del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, Carlos Gratereaux, considera que una mejor política comercial y de inserción competitiva permitirá un desarrollo industrial de calidad, basado en un tejido productivo más homogéneo y más articulado, lo que se traduce al tan deseado encadenamiento industrial.

Tal y como se establece en el análisis del MICM, se necesita una vuelta a la política industrial, más y mejor política pública, para que la industrialización se desarrolle con sentido y rumbo, sintonizada y en conexión con las cadenas globales de valor; se potencie la calidad y la competitividad, y haga más robusta la articulación entre las industrias.

Según plantea el especialista, de llevar a cabalidad estas propuestas, el aporte de la industria al desarrollo nacional será más robusto, inclusivo y sostenible.

Que no se quede en palabras

Tanto los objetivos planteados en la Estrategia Nacional de Desarrollo como los que indican los economistas y expertos, necesitan ser concretizados para que el sector industrial repunte como esperan sus protagonistas.

“No dejemos en el tintero ni en papel todas las soluciones que este país necesita”, expresó Taveras Guzmán.

Fuente: Lístin Diario

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